El 27 de marzo falleció Daniel Kahneman, psicólogo conocido por su importante trabajo sobre la psicología del juicio y la toma de decisiones, y fundador del campo de la economía conductual. Dejó una huella indeleble en la comprensión del comportamiento humano en situaciones económicas y más allá de.
Kahneman a Pensar, rápido y lento fortaleció su posición como figura clave en la comprensión de la mente humana.
Psicólogo de formación, las contribuciones de Kahneman han tenido un profundo impacto en la economía, lo que llevó a que su trabajo fuera reconocido con el Premio Nobel en 2002. “Nudge Units”.
En el centro de la influencia de Kahneman está su colaboración con Amos Tversky, con quien desarrolló la teoría de perspectivas. Esta teoría, piedra angular del plan de estudios de economía que he enseñado durante los últimos 15 años en la Universidad Nacional de Australia y más allá, desafía la vieja teoría económica de que las personas actúan racionalmente y en su mejor interés cuando toman decisiones en condiciones de incertidumbre. En cambio, Kahneman y Tversky demostraron que las personas dependen de los recursos naturales y tienen sesgos que conducen a decisiones que difieren de las predichas por la economía tradicional. La teoría de la perspectiva explica muchos fenómenos no relacionados con el modelo neoclásico de homo económico y pone las decisiones personales bajo una nueva luz.
Esta idea tiene grandes implicaciones para comprender las decisiones políticas, especialmente en tiempos de crisis cuando los líderes y las personas deben tomar decisiones sobre alto riesgo e incertidumbre, como en las crisis económicas o cuando se enfrentan a amenazas a la seguridad. El trabajo de Kahneman sobre las pérdidas, es decir, una parte importante de la teoría de las perspectivas, tiene importantes implicaciones políticas. Esta teoría afirma que las pérdidas son mayores que las ganancias, lo que lleva a los líderes políticos y a los votantes a comportarse mal, a menudo renunciando a acciones audaces que podrían ser beneficiosas, especialmente cuando el público percibe que los beneficios son altos.
El legado de Kahneman como economista y pensador social se extiende más allá del campo académico y permite la formulación de políticas en el mundo real.
Además, la investigación de Kahneman sobre la “disponibilidad natural” arroja luz sobre lo que influye en las emociones de las personas. Esto muestra claramente que las personas a menudo estiman fácilmente la probabilidad de eventos utilizando los modelos que les vienen a la mente, en lugar de confiar en estadísticas precisas. Esto puede conducir a una sobreestimación de acontecimientos importantes pero poco frecuentes, lo que puede inducir a los líderes políticos a adoptar políticas que sean atractivas o populares. Estas regulaciones pueden tener como objetivo hacer frente a amenazas que se espera que crezcan debido al miedo público, en lugar de basarse en una evaluación adecuada de la situación actual. Estas actividades confirman la gran influencia de los factores psicológicos en la formación de las opiniones y actitudes políticas de la gente.
El concepto de planificación de resultados, una de las contribuciones de Kahneman, también juega un papel importante en la política y la toma de decisiones. La forma en que se enmarca un problema o una solución puede tener un efecto profundo en la opinión pública y las decisiones políticas. Los líderes políticos y los formuladores de políticas pueden utilizar la toma de decisiones para mejorar el proceso de toma de decisiones, lo que puede llevar a las personas a la respuesta deseada sin cambiar la información proporcionada.
El trabajo de Kahneman también ha dado lugar a aplicaciones prácticas dirigidas a la toma de decisiones. Esto es más evidente en el establecimiento y surgimiento de “unidades de empujón” en todo el mundo.
Inspirándose en los principios del comportamiento económico, incluidos los hallazgos de Kahneman, los grupos de empujón son grupos especializados en gobiernos y organizaciones que tienen como objetivo controlar sutilmente el comportamiento de las personas para lograr una vida mejor, sin restringir el libre albedrío. El Behavioral Insights Team del Reino Unido, a menudo denominado la primera unidad de estímulo del mundo, ha realizado importantes contribuciones al uso de la ciencia del comportamiento para desarrollar políticas públicas que sean más relevantes para la forma en que las personas piensan y toman decisiones.
A través de medios menos formales, los grupos de estímulo han abordado una variedad de temas, desde aumentar los impuestos y las contribuciones sociales hasta promover opciones de estilos de vida saludables y mejorar las decisiones financieras. El éxito de estos productos radica en su capacidad de incorporar conocimientos del trabajo de Kahneman en el desarrollo de principios que se basan en sesgos inherentes y procesos mentales de corto plazo que influyen en el comportamiento humano.
Publicando después de Kahneman, Pensar, rápido y lentotambién fortaleció su posición como la persona más importante para comprender cómo piensa la gente.
En este libro, Kahneman explica entre dos conceptos: el Sistema 1, que es rápido, familiar y emocional; y el Sistema 2, que es más lento, más reflexivo y más claro. Este sistema no sólo ha enriquecido el debate sobre la disonancia cognitiva en la toma de decisiones, sino que también ha proporcionado importantes conocimientos sobre la inteligencia artificial. En el estudio de la cognición humana, el trabajo de Kahneman ha inspirado a los investigadores de IA a desarrollar modelos avanzados que tienen como objetivo replicar o sintetizar el pensamiento humano. Esto enfatiza la gran influencia de Kahneman no sólo en la economía sino también en la formulación de políticas y los avances tecnológicos que apuntan a simular o comprender las complejidades del pensamiento humano.
El legado de Kahneman como economista y pensador social se extiende más allá del campo académico y permite la formulación de políticas en el mundo real. Sus contribuciones han allanado el camino para una mejor comprensión de la psicología humana en la toma de decisiones económicas y políticas. Al reconocer la complejidad de la cognición humana, el trabajo de Kahneman ha fomentado enfoques eficaces e informados para abordar una amplia gama de problemas humanos, desde problemas económicos hasta cuestiones de salud pública, mejorando así nuestra capacidad para diseñar estrategias flexibles y sostenibles.