(Archivo) Premio Nobel de Economía 2002 Daniel Kahneman. Reuters
El profesor Daniel Kahneman, que murió recientemente el 27 de marzo de 2024 a la edad de 90 años, era psicólogo de formación, pero emergió como el padre fundador de la economía conductual. A través de su trabajo de toda una vida sobre psicología humana, Kahneman enfatizó las fortalezas y debilidades de la mente humana. Al hacerlo, demostró que las decisiones que toma la gente en la vida real no son racionales, desafiando así las ideas populares de la microeconomía.
Kahneman recibió el Premio Nobel en 2002 por su trabajo pionero sobre la toma de decisiones y la incertidumbre en colaboración con Amos Tversky. Desarrollaron la “Teoría de las perspectivas”, basada en investigaciones psicológicas que demostraron que las personas no siempre buscan riesgos o son reacias a ellos. La conexión proviene principalmente de la forma en que funciona la mente humana.
Según Kahneman, el cerebro humano está muy evolucionado para realizar muchas tareas de manera eficiente pero no lo suficiente como para realizar bien ciertas tareas mentales; pensamiento lleno de errores morales. Además, las personas reaccionan rápidamente ante información inadecuada, a menudo con consecuencias negativas. Kahneman continuó revelando que los prejuicios de las personas influyen en la toma de decisiones. Su teoría de la “regla del final máximo” enfatiza que las personas tienden a centrarse en el lado más poderoso y en el final de los acontecimientos, ignorando todo lo demás.
Fue durante un curso sobre ‘Toma de Decisiones de Liderazgo’ en la Harvard Kennedy School al que asistió el autor donde se discutieron en profundidad las ideas de Daniel Kahneman. Curiosamente, las ideas de Kahneman se han practicado en el ejército, aunque de forma inconsciente. En el campo de batalla o en medio de una crisis, cuando las cosas son muy difíciles y poco claras, la toma de decisiones estratégicas aparece como el método más practicado.
El libro clásico de Kahneman. Pensar rápido y con calma publicado en 2011 describe cómo el cerebro humano procesa la información e integra dos sistemas que describe como Sistema I y Sistema 2 donde ambos coexisten. Por ejemplo, cuando vas a trabajar, adoptas un enfoque informal sin pensar demasiado. Sin embargo, si buscas una alternativa tendrás que pensar y pensar.
El Quick Thinking System 1 es un método instantáneo que funciona sin esfuerzo y de forma natural. Depende del conocimiento y la experiencia. Es un método propenso a errores, que se utiliza para decisiones que ocurren regularmente, las cuales se denominan heurísticas. Al evaluar la distancia, por ejemplo, la lógica a menudo se basa en heurísticas que equiparan claridad con proximidad. Una cosa clara, intentamos juzgar desde cerca dónde se ven las mejores vistas desde lejos. Los procesos mentales a corto plazo ayudan a tomar decisiones continuas para observar el entorno. Por cierto, las emociones afectan el funcionamiento del Sistema 1. Cuando no están contentas, las personas tienden a perder la conciencia. Por otro lado, en situaciones positivas las personas son más creativas y dependen más del Sistema 1.
El Pensamiento Lento del Sistema 2 es reflexivo, deliberado e inteligente y requiere una gran cantidad de esfuerzo mental. Es un método bueno y confiable, utilizado para decisiones difíciles. Las acciones del sistema suelen estar asociadas con eventos y decisiones específicos. Todo lo que es fácil para el Sistema 2 es creíble porque proviene de la repetición y la claridad de pensamiento. Sucede que volver a contar mentiras puede llevar a que las personas las acepten incluso cuando saben que son falsas porque la información es bien conocida y fácil de corregir.
Al igual que Kahneman, antes de tomar grandes decisiones, las personas u organizaciones deben ser muy conscientes del estado emocional porque esto puede distorsionar la mente. El sesgo de confirmación, por ejemplo, hace que las personas ignoren la evidencia que contradice sus puntos de vista preexistentes. Detener la trampa resulta en un peso desproporcionado con respecto a la ganancia inicial. El sesgo del status quo tiende a impedir que las cosas mejoren incluso cuando existen mejores alternativas. El sesgo barato hace que la gente continúe con los errores del pasado. El sesgo ocurre cuando un problema está mal definido, distorsionando todo el proceso de toma de decisiones. Mientras que el sesgo del exceso de confianza conduce a los extremos, la trampa del sentido común conduce al exceso de cautela.
El prejuicio siempre se infiltra en la mente colectiva y la distorsiona con consecuencias negativas. Por lo tanto, es importante que quienes toman decisiones revisen cuidadosamente no sólo las ideas sino también el proceso seguido para formularlas. La mejor manera de evitar prejuicios es estar consciente, como dice el refrán, “advertido por las armas del futuro”. Un estudio de McKinsey de más de 1.000 empresas encontró que cuando las empresas trabajaban para reducir el sesgo, el retorno de la inversión aumentaba siete veces.
Kahneman ideó la “regla del final del pico”, que defendía que, en cualquier caso, cuanto más importantes sean el principio y el final, más corta será la duración. Lo que más importa es cómo terminó. Por ejemplo, si alguien tuvo una mala conversación al final del día, siente que todo el día fue malo. Una vez más, comer su comida favorita al final de la hora de comer le ayudará a mejorar el estado de ánimo. Por lo tanto, es importante dejar un punto fuerte y terminar con una nota alta.
Kahneman decía que la felicidad y la satisfacción son diferentes. Describió la felicidad como una experiencia temporal que ocurre por accidente. La satisfacción por otro lado es un sentimiento de largo plazo que se construye con el tiempo, a partir del logro de metas y objetivos. Es como tener una vida que uno realmente admira. En un trabajo fundamental publicado en 2010, Kahneman y Deaton descubrieron que la felicidad diaria aumentaba a medida que aumentaban los ingresos anuales, pero por encima de 75.000 dólares disminuía, mirando las montañas.
En su última entrevista con N Mahalaxmi wa control de dineroCuando se le preguntó cuál le gustaría que fuera su legado, el sincero Kahneman admitió con franqueza que no había pensado en ello porque no lo había tomado en serio. Kahneman, una figura legendaria cuyo trabajo innovador combinó la investigación psicológica con la teoría económica, ha dejado un legado ineludible. Desde entonces, ‘Las opciones dan forma al destino’, su legado inspirará a las generaciones futuras.
El autor es un veterano del ejército, ex segundo teniente; Actualmente Profesor Estratégico-IR, Estudios de Gestión. Las opiniones anteriores son personales y únicamente del autor. No reflejan necesariamente las opiniones de Firstpost.