Dado que muchos médicos jóvenes abandonan el personal del NHS para trabajar en otros lugares, la escasez de personal parece empeorar en los próximos meses. Al no satisfacer las demandas de las organizaciones remuneradas, los cambios de trabajo pueden ayudar a superar este problema.
La mayoría de los médicos en formación abandonan el NHS después de dos años de formación inicial. Algunos lo hacen en el avión en busca de mejores condiciones laborales en el extranjero.
Detener esta “fuga de cerebros” debería ser una obviedad para los responsables de las políticas. La migración de trabajadores esenciales tiene un impacto negativo en la productividad nacional, reduciendo el crecimiento económico. La pérdida es doble: mientras los médicos bien capacitados huyen o pelean, el personal médico de otros grupos permanece en la lista de espera del hospital, sin poder trabajar tanto como sea posible o incluso menos.
El Reino Unido ha experimentado enormes perturbaciones en el NHS, y los médicos a menudo han tomado medidas. El número total de personas desplazadas por el sistema en los ocho meses de huelga asciende ya a 839.327. Las listas de espera del NHS son cada vez más largas, lo que está afectando al mercado laboral. Según la Asociación Médica Británica, el retraso ha llegado a 7,2 millones de personas que necesitan atención médica. Los datos muestran que el 20% de los trabajadores han reducido su tiempo de trabajo mientras esperaban ayuda.
Está claro que algo necesita cambiar. Los médicos jóvenes merecen salarios más altos; este grupo ha visto una caída del 8% en sus salarios reales en los últimos 11 años. Pero, ¿existen formas sencillas de demostrar a los médicos que son apreciados? Es necesario tomar medidas para que regresen a los hospitales mientras continúan las disputas salariales.
La mayoría de las personas no se dan cuenta de lo difícil que puede ser un día en la vida de un médico experimentado y de cuántos cambios se pueden hacer para reducir el estrés que enfrentan. Después de hablar con Peggy, una doctora que acaba de terminar su segundo año de formación básica, queda claro que está muy cansada. Peggy destacó las experiencias que dificultaron su trabajo y citó pequeñas cosas que la hacían sentir “inhumana” en el trabajo.
Es importante pensar en lo que cada uno necesitará cuando trabaje 12 horas por noche. ¿Las necesidades deberían ser una comida caliente y una cama? Esto no se ofrece actualmente. ¿Cambiar de ubicación y fácil acceso a las salas? No están disponibles. ¿Estacionamiento gratis? De hecho, esto les cuesta a los trabajadores £26 al mes.
Las pequeñas cosas pueden ser de gran ayuda. La dirección del hospital de Peggy demostró que era consciente de ello. Cuando los consultores trabajaban para médicos jóvenes debido a la huelga, todos estos recursos parecían estar disponibles. De repente apareció una sala de día vacía que sería perfecta para que los consejeros pusieran sus ojos en nuevas telas. Los consejeros recibieron comidas gratis y pago de horas extras, y a algunos se les pagó £ 200 por hora.
Pero cuando los jóvenes médicos regresaron al día siguiente, la sala estaba cerrada y se retiraron todas las cosas importantes. Entonces, Peggy corrió a la sala común donde comió unos cereales y trató de dormir en el sofá, muy molesta.
No sorprenderá que Peggy no planee seguir siendo la directora médica del Reino Unido. En cambio, tiene un trabajo esperándolo en Brisbane. Y no se muda solo: 12 de cada 14 de sus amigos de la universidad ya tienen trabajos reservados. Viajan por la simple razón de estar sanos. En Australia, trabajarán a tiempo parcial (de 48 horas, incluidas las no remuneradas, a 38 horas semanales).
Esta migración masiva es lo que los economistas llaman fuga de cerebros: la migración de personas capacitadas y con un alto nivel educativo, como los médicos, de un país o región a otro. Los trabajadores de la salud están abandonando Inglaterra en busca de mejores compensaciones y condiciones laborales.
Este evento afecta la economía de muchas maneras. El gobierno gasta mucho dinero en formar médicos y enfermeras. Al venderlos en otros países, no obtienen ningún beneficio, lo que promueve un efecto negativo en la productividad del país (una medida de qué tan bien trabaja la población, que es muy importante para el crecimiento económico).
Un mundo desarrollado significa que la creación y la innovación ocurren todos los días, lo que significa salarios más altos y una vida mejor. En una economía sacudida por la pandemia de Covid-19, el crecimiento es más importante que nunca.
Por tanto, las cosas deben cambiar. El principal problema es el fracaso de la gestión, que está causando mucha frustración, especialmente entre los trabajadores jóvenes del NHS. Hay cambios importantes que deben implementarse en la distribución de las transferencias y la atención de salud. Pero antes de que eso suceda, puede resultar fácil realizar pequeños cambios que pueden marcar una gran diferencia en la salud de los empleados.
Ofrecer a los médicos jóvenes un lugar para descansar, cambiarse y comer está bien, pero puede tener un enorme impacto en la retención del personal. También puede haber más en la economía. Tener un NHS feliz y eficiente ayudará a acortar las listas de espera y hacer que todo el país sea más próspero, impulsando el crecimiento económico después de la pandemia.