Aunque Beijing prohibió la venta de criptomonedas en 2021, se dice que el mercado clandestino sigue operando en China. El Wall Street Journal (WSJ) informó que los inversores están eludiendo las estrictas leyes del país a través de las redes sociales mediante el uso de VPN, redes sociales y comerciales.
China es una de las zonas más difíciles del mundo para el comercio de criptomonedas. Las autoridades persiguen activamente a quienes participan en esta actividad, lo que resulta en arrestos, multas y penas de prisión. Sin embargo, según el WSJ, esto no ha disuadido a algunos empresarios chinos. Además, en una entrevista personal, el director de minería de Bitfarms, Ben Gagnon, reconoció el silencioso regreso de la criptominería en el área a través de la capacidad de los enemigos para controlar los edificios residenciales.
La revista citó datos de Chainalysis de un informe de octubre, que muestran que desde julio de 2022 hasta junio de 2023, los comerciantes chinos recibieron 86 mil millones de dólares de transacciones criptográficas. Se dice que su volumen de operaciones en Binance alcanzó unos 90.000 millones de dólares al mes.
Según se informa, algunos comerciantes chinos mantuvieron el acceso a cuentas en intercambios de cifrado extranjeros establecidos antes de la prohibición, utilizando redes privadas virtuales (VPN) para ocultar sus ubicaciones y permitirles eludir las restricciones geográficas. Además, el Journal informó que los comerciantes en China también utilizan redes sociales como WeChat y Telegram para realizar transacciones criptográficas, pensando que sus amigos son amigos. Encuentran compradores y vendedores a través de grupos dedicados en estas plataformas, evitando la necesidad de los intercambios tradicionales.
También se dice que el comercio de cuerpos es común, especialmente en ciudades de las tierras altas como Chengdu y Yunnan. Aquí, la coerción es mínima, y el Journal dice que los comerciantes a menudo se reúnen en lugares públicos como restaurantes o lavanderías para intercambiar direcciones de billeteras criptográficas o realizar transacciones mediante efectivo o transferencias bancarias.
Aunque alguna vez fue un centro para el comercio y la minería de criptomonedas, la actitud de China hacia las criptomonedas sigue intacta. El país ha promovido el uso de blockchain para aplicaciones como la identificación digital, el seguimiento del ganado y la autenticación de productos de alta calidad. Sin embargo, a diferencia de los populares libros de contabilidad web3, China insiste en utilizar cadenas de bloques privadas en la mayoría de los casos.
A pesar de la prohibición, el comercio de criptomonedas continúa en China, un testimonio de su cultura y del resto del mundo y destaca ejemplos de la vida real de lo difícil que es para los gobiernos controlar la economía digital basada en blockchain. Sin embargo, China sigue intentando restringir el uso de criptomonedas.