En una zona conocida por sus sentimientos antiisraelíes, Turquía ha decidido tomar medidas económicas contra Israel. Si bien el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha atacado previamente a Israel en el ámbito diplomático, la última medida implica la eliminación de Israel de la lista de países de Turquía, informaron los medios hebreos el domingo.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamas después del 7 de octubre, la postura antiisraelí de Turquía se ha concentrado en las redes sociales, y Erdogan critica frecuentemente a Israel. Sin embargo, los últimos acontecimientos van más allá de la retórica: Ankara ahora tiene un impacto importante en el comercio entre los dos países.
El objetivo principal de la decisión es que Turquía deje de otorgar subsidios al comercio y elimine el apoyo a las empresas que hacen negocios con Israel. Además, sirve como un mensaje claro a los empresarios turcos de que no se les concederá ayuda gubernamental si deciden hacer negocios con Israel.
Este movimiento positivo se produce tras la colocación de Israel en el puesto 13 en la lista de bienes exportados a Turquía en 2023, a pesar del impacto de la guerra, con bienes por valor de 5.420 millones de dólares, alrededor del 2,1% de las ventas totales. Esto representa una caída significativa con respecto a los 7 mil millones de dólares en exportaciones en 2022.
Contrariamente a la política de Erdogan contra Israel, datos oficiales del Ministerio de Transporte turco revelaron que desde el 7 de octubre Turquía envió 701 barcos a Israel, una media de ocho barcos por día. De ellos, 480 siguieron la ruta Turquía-Israel, mientras que los 221 restantes hicieron escala en Turquía de camino a los puertos de Haifa o Ashdod.Las publicaciones de Erdogan contra Israel
Esta decisión económica surge como resultado de la fuerte retórica de Erdogan contra Israel, con el claro apoyo de Hamás y los crímenes de guerra de Israel.
El papel de Turquía como refugio seguro para el liderazgo de Hamás, así como acontecimientos recientes como el arresto del futbolista israelí Eden Kartsev y la deportación de Sagiv Yehezkel, indican la escalada de tensiones entre ambos países.